Flujo blanco en las mujeres: causas, prevención y tratamiento

    Si hay un tipo de flujo vaginal que parece confundir a todo el mundo, es el flujo blanco. ¿Es normal? ¿No lo es? ¿Por qué aparece el flujo blanco? ¿Me pasa algo si lo tengo? ¡Cuántas preguntas y cuántas respuestas!

    En primer lugar, hay que saber que el flujo es una función corporal saludable que mantiene todo en orden allí abajo. Básicamente, se trata de una mezcla de mucosidad y secreciones producidas por el cuello uterino y la vagina para mantener el organismo en buen estado. Hasta allí, ¡todo bien! Vamos a entrar un poco más en tecnicismos (aunque no demasiado).

    ¿Cómo es un flujo «normal»?

    El flujo «normal» varía mucho de una mujer a otra, pero por lo general la mayoría de los flujos son normales, así que lo más probable es que no tengas nada de qué preocuparte. Una de las preocupaciones más comunes sobre el flujo vaginal es su color y el aspecto que debe tener.

    Muchas de nosotras nos hemos preguntado a lo largo de nuestros primeros años de la edad adulta si el flujo cremoso, espeso o blanco acuoso era normal. La respuesta era casi siempre: «sí, perfectamente normal, ¡que no cunda el pánico!»

    Volvemos a lo básico: ¿Qué es el flujo vaginal?

    El flujo vaginal es el líquido secretado por la mucosa de la vagina y el cuello uterino. Es un proceso natural para mantener la vagina húmeda y limpia, eliminando las células muertas de la piel y las bacterias. Además, tiene función protectora, evitando el paso de otros microorganismos que puedan ser perjudiciales y facilitando o impidiendo el paso de los espermatozoides, según el momento del ciclo. El flujo vaginal puede variar en consistencia, olor y color en función de tu estado de salud, la fase del ciclo menstrual y otros factores como infecciones o inflamaciones. Es un elemento muy importante para el buen funcionamiento del aparato reproductor de la mujer.

    La mayoría de las veces, no hay nada de qué preocuparse, son solo nuestras hormonas trabajando, y cualquier cambio en el flujo es el resultado de ese trabajo.

    ¿Qué es el flujo blanco?

    ¿Qué es el flujo blanco? ¿Hay algo de qué preocuparse? Si su color es blanquecino y su consistencia uniforme y no demasiado espesa, probablemente se trate de un flujo normal, que no es motivo de preocupación. Un flujo blanco en la mujer, o en este caso moco natural, es inodoro y su cantidad no causa molestias en la vida cotidiana ni durante la actividad física. La abundancia de moco debe ser lo suficientemente pequeña como para ser absorbida por la ropa interior, sin ser necesario el uso de compresas u otros protectores absorbentes.

    La observación del flujo vaginal no solo es útil para detectar infecciones. El seguimiento de los cambios en la consistencia y el color del moco forma parte de la planificación natural del embarazo: identificando los días fértiles en el ciclo menstrual de la mujer.

    ¿Por qué aparece el flujo blanco?

    La causa más probable de la aparición del flujo blanco es un cambio en el nivel de las hormonas. Los niveles cambian continuamente a lo largo del mes según el momento del ciclo menstrual, por tanto, presentar flujo blanquecino, sobre todo al principio o al final del ciclo menstrual, es completamente normal.

    La razón más común de que experimentes el flujo blanco es que estás a punto de empezar la menstruación. Durante unos días, al final de un ciclo y al principio del siguiente, es posible que el líquido transparente se convierta en un flujo blanco opaco y denso que aumente la cantidad y que su textura se vuelva más espesa.

    Esto se debe a que el cuerpo libera más progesterona. El nombre técnico de ese flujo es leucorrea. No debería preocuparte, ya que es solo el cuerpo haciendo sus cosas.

    Un aumento del nivel de progesterona en el torrente sanguíneo después de que hayas ovulado y se hayan liberado los óvulos puede ser el motivo del flujo blanco. Esto es perfectamente normal, y si detectas rastros del flujo blanco en tu ropa interior o cuando te limpias, puedes estar tranquila: las cosas van estupendamente allí abajo.

    La situación cambia cuando el flujo vaginal blanco se vuelve espeso y grumoso y cuando lo empiezan a acompañar otros síntomas, por ejemplo:

    • picor persistente,
    • irritación de las mucosas y de la delicada piel de la zona íntima,
    • dolor.

    En tal caso, el flujo blanco se debe probablemente a una infección por levaduras. La causa más común es la levadura Candida albicans.

    Diferentes tipos de flujo vaginal blanco

    Un flujo blanco y elástico es perfectamente normal y también puede tener una consistencia mucho más espesa. Durante la ovulación, puede aparecer un flujo blanco acuoso. Sin embargo, a veces su aspecto puede variar y diferir del que tiene un flujo blanco normal.

    Tipos de Flujo que sugieren infección:

    • flujo amarillento o verdoso: tiene un olor desagradable y sensación de quemazón y picor en la zona íntima, puede indicar una infección bacteriana;
    • flujo blanco grumoso: parecido al requesón, indica una infección por levaduras;
    • un flujo grisáceo, o blanco: acompañado de un desagradable olor a pescado, indica una infección vaginal causada por una alteración de la flora vaginal y bacteriana, que se conoce como vaginosis bacteriana;
    • el flujo espeso, cremoso o blanco que tiene una consistencia granulosa, a veces con grumos blancos y puede ir acompañado de picor, indica la vaginitis.

    ¿Cómo cambia el flujo blanco con la edad?

    El aspecto del flujo vaginal también depende de la edad. En las mujeres en edad fértil, el desarrollo hormonal hace que el tejido cervical responsable de producir el flujo vaginal crezca y se desarrolle, produciendo esta secreción que irá cambiando según el momento del mes. Sin embargo, las niñas o las mujeres en la menopausia, como consecuencia del bajo nivel de hormonas natural, la producción del flujo está muy disminuida o incluso ausente.

    Flujo blanco como primer síntoma del embarazo

    El flujo blanco también puede ser una señal precoz del embarazo, ya que el flujo adicional se produce para ayudar a mantener limpia la vagina. Indica cambios hormonales. Al arrastrar eficazmente las células y microorganismos vaginales impide que las infecciones suban al útero y alcancen al bebé. Los cambios pueden empezar tan pronto como 1 o 2 semanas después de la concepción, es decir, incluso antes de notar la ausencia de menstruación. El flujo normal al principio del embarazo es claro o blanco lechoso y no tiene un olor intenso. Solo cambia su abundancia y poco a poco, se va espesando por efecto de la progesterona, hasta formar el tapón mucoso.

    ¿Es normal tener el flujo blanco?

    Si todavía te estás preguntando si es normal el flujo blanco, ¡te recordamos que sí lo es! Como ya hemos mencionado, el flujo vaginal blanco es una señal del funcionamiento normal del cuerpo femenino y es uno de los primeros signos de la pubertad. Se compone de moco cervical, bacterias y células del epitelio vaginal exfoliado, donde se encuentran los bacilos del ácido láctico conocidos como lactobacillus.

    ¿Cuándo es problemático el flujo blanco?

    Lamentablemente, el flujo blanco no siempre es una buena señal. Por sí solo, es perfectamente normal. Sin embargo, flujo blanco líquido con olor debe empezar a preocuparte, sobre todo si es un olor intenso.

    Si además tienes otros síntomas que te preocupan -en particular, si tienes el flujo blanco y experimentas picor, sientes dolor o molestia allí abajo, o si el flujo es grumoso, merece la pena que te examine un médico.

    Infección por levaduras

    Una de las causas del flujo blanco puede ser una infección por levaduras, también conocida como candidiasis. Es probable sobre todo si el flujo blanco espeso tiene una consistencia parecida a la de requesón, contiene grumos, posiblemente huele a levadura, y si experimentas algún otro síntoma como picor allí abajo. No tienes que ser sexualmente activo para contraerlo. Si crees que esta es la causa de tu flujo blanco, debes acudir al médico para que te recete un tratamiento. El médico podrá recetarte una crema o gel para ayudar a que desaparezca. No te preocupes: muchas mujeres pasan por esto a lo largo de su vida y, con medicación, se puede solucionar en un par de semanas.

    Infección bacteriana

    Si notas que tu flujo blanco desprende un fuerte olor a pescado, es muy posible que tengas una infección bacteriana o vaginosis bacteriana (que es cuando se desarrollan demasiadas bacterias en la vagina). A menudo esto va acompañado de flujo blanco o grisáceo líquido. Al igual que ocurre con las infecciones por levaduras, no es necesario ser sexualmente activo para desarrollarla. Consulta a tu médico para buscar tratamiento.

    Infección de transmisión sexual

    Una enfermedad de transmisión sexual también puede ser la causa de un flujo espeso blanco que puede ir acompañado de un olor intenso o dolor en la zona pélvica. Debería verte un médico para tratarla lo antes posible.

    ¿Cómo se puede reducir el flujo blanco?

    Hay ciertas medidas que puedes tomar para asegurarte de que el equilibrio del pH de tu vagina se mantenga en buen estado, lo cual, a su vez, puede ayudar a reducir el flujo blanco.

    • Utiliza un jabón sin fragancias o ligeramente perfumado para limpiar la zona a diario
    • Utiliza toallitas para bebés para eliminar el exceso del flujo blanco antes de la regla, limpiándote de adelante hacia atrás
    • No uses duchas vaginales
    • Límpiate de adelante hacia atrás: Después de usar el baño, límpiate siempre de adelante hacia atrás para evitar la entrada de bacterias en la vagina que puedan provocar una infección
    • Cambia la ropa interior con regularidad y, en la medida de lo posible, opta por ropa interior de algodón en lugar de tejidos sintéticos
    • Prueba métodos naturales, por ejemplo, bebiendo almidón de arroz (el agua en la que se cuece el arroz)

    ¿Cómo puedo tratar el flujo blanco?

    Si no lo causa más que el ciclo natural de tu cuerpo, ¡no te preocupes! Sin embargo, si las manchas y la sensación de humedad te molestan, utiliza un protegeslip Evax Salvaslip, sobre todo en los momentos en los que el flujo sea más abundante. Los salvaslips te permitirán olvidar cualquier preocupación dejándote con una sensación de frescor y limpieza. Como han sido dermatológicamente probados, son seguros para llevar a diario.

    Seguimiento de los cambios en el flujo

    Lo más importante que hay que recordar en todo esto es que cuando piensas en lo que es «normal», se trata de lo que es normal para ti, no para los demás. Conoce tu propio ciclo, ya que los cambios que se produzcan en él pueden darte una pista de lo que está ocurriendo en tu cuerpo.

    Puede que incluso merezca la pena llevar un diario del tipo de flujo que experimentas a lo largo de un mes normal para saber a qué atenerte y poder detectar más fácilmente cualquier cambio o posible problema. Anota el color de tu flujo y su consistencia, por ejemplo, el flujo blanco antes de la menstruación. De este modo, comprenderás mejor lo que ocurre allí abajo, porque, claro, eso nunca viene mal, ¿no crees? Además, el seguimiento posterior de los cambios en la consistencia y el color del moco forma parte de la planificación familiar natural, ya que permite identificar los días fértiles del ciclo menstrual de la mujer.